Entre risas, canciones, bailes y juegos trascurrió este jueves la actividad de cierre del Plan Vacacional en el Banco Central de Cuba (BCC), el cual ocupó a hijos e hijas de nuestra fuerza laboral por casi dos meses y contó en su acto conclusivo con la vicepresidenta primera de la institución, Yamile Berra Cires, y su actual vicepresidente, Alberto Javier Quiñones Betancourt, entre otros directivos del sistema financiero de la Isla y representantes sindicales y políticos.
Un festín de creatividad se constató para la ocasión desde los múltiples disfraces con que se presentaron los infantes, quienes tuvieron, a su vez, variadas opciones artísticas y recreativas, incluida la actuación en vivo del Coro Infantil Solfa, la payasita Marlín la famosa y el titiritero Kristeli con la rana, la gallina turuleta, entre otras opciones.
La intensidad y energía del evento desbordó los espacios de la Dirección de Información y Comunicación Institucional (DICI) del BCC, sede durante el mes de agosto del Plan veraniego, que con el lema «Verano de aventuras y saberes junto al Sistema Financiero Cubano», mantuvo ocupado a los más pequeños con acciones lúdicas, recreativas y didácticas en torno a la historia del sistema bancario cubano y hasta la Educación Financiera, además de otros temas de interés.
El agradecimiento, la alegría y hasta breves brotes de nostalgia proyectaron los presentes, luego de semanas enteras vinculados a un espacio en el cual encontraron conocimiento, diversión, nuevos amigos y quizá la pasión por el sistema bancario que tienen tan cerca en sus entornos familiares.
Los sentimientos a flor de piel también inundaron a los trabajadores del BCC, el Centro Nacional de Superación Bancaria (lugar donde debutara la iniciativa en julio pasado) y de la DICI, acompañantes perennes de estas acciones que, además de apuntalar el sostenimiento seguro de la actividad financiera durante la etapa estival, garantizaron la recreación sana y provechosa de estas nuevas generaciones en medio de condiciones difíciles, demostrando sobre la marcha que con imaginación y compromiso cualquier sueño es posible.
Una vez más el sector bancario amplificó el mensaje que lo identifica y regaló a tantos niños y niñas un potente y efectivo: «Cuenta conmigo».
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