Natali
2020-12-09
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Imagen relacionada con la noticia :Aproximación a la implementación de las operaciones de mercado abierto en Cuba

Desde hace algunos años, la economía cubana se encuentra en un proceso de actualización de su modelo económico, que implica importantes retos y transformaciones. Para estar en sintonía con este escenario, los organismos encargados de conducir la política monetaria deben adecuarse a las nuevas condiciones y desempeñar sus funciones de la mejor manera posible. Es por ello que ha sido necesario llevar a cabo un reordenamiento del entorno monetario, que implica, entre otras cosas, establecer modificaciones en la forma de conducir la política monetaria.

El Banco Central de Cuba (BCC), como organismo encargado de implementar la política monetaria, ha empleado de manera tradicional instrumentos directos, lo cual, en gran medida, ha sido consecuencia de la existencia de un entorno monetario complejo y un sistema financiero poco desarrollado y altamente regulado. Algunos instrumentos indirectos, como el encaje legal y la tasa de descuento, no han sido empleados activamente con fines de regulación y control monetario, a pesar de que existe un marco legal para ello.

Las limitaciones del empleo de instrumentos directos, junto a un contexto de transformaciones económicas importantes, han conducido a que el BCC comience a realizar esfuerzos por incorporar mecanismos financieros en la conducción de la política monetaria, sin abandonar la planificación y el uso de instrumentos directos. Es por ello que comienza a ser relevante el papel de los instrumentos indirectos para regular la liquidez y alcanzar los principales objetivos monetarios.

Según la experiencia internacional, dentro del conjunto de instrumentos indirectos, las operaciones de mercado abierto (OMA) son más flexibles, eficientes y eficaces para regular la política monetaria. Teniendo en cuenta lo antes planteado, sería conveniente incorporar las OMA como un instrumento adicional de regulación monetaria del BCC. Estas operaciones se pueden emplear en función de las condiciones y necesidades de la economía cubana, de forma que contribuyan a solucionar algunas dificultades que entorpecen el reordenamiento del entorno monetario, generando importantes beneficios para la economía en su conjunto.

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