¿Qué significa la dolarización parcial de nuestra economía? ¿Qué alcance tiene? ¿Cómo se articula dentro del programa gubernamental para reimpulsar la economía?
A estas y otras interrogantes respondió este miércoles 29 de enero del 2025 en la Mesa Redonda, el vicepresidente del Banco Central de Cuba (BCC), Alberto Javier Quiñones Betancourt, quien explicó cómo se conecta esta decisión con el programa de estabilización macroeconómica del país, a partir de la aparición de nuevos productos financieros en dólares y en divisas.
Quiñones Betancourt recordó que la captación de divisas es un elemento esencial para el funcionamiento correcto del mecanismo de gestión, control y asignación de divisas, que es el principal mecanismo sobre el cual la economía cubana estará dando seguimiento a todas las cuestiones relacionadas con las divisas, y en el que las nuevas decisiones están en un proceso gradual de implementación.
Al respecto expresó: “Hay una gran parte de la divisa funcionando hoy fuera del sistema bancario. Por lo tanto, es necesario tomar decisiones y hacer toda la gestión requerida a nivel de Gobierno. Dentro de la economía, no solo desde lo estatal, pues hay otras formas de gestión, se hace necesario que esas divisas empiecen a circular ordenadamente”.
“Si le adicionamos las tensiones externas que tenemos como país en relación con las divisas, nos damos cuenta de que estamos en un contexto donde el Gobierno debe tomar determinadas decisiones. Una parte muy importante, que ha sido ampliamente difundida por nuestros principales dirigentes, está relacionada con el programa de gobierno, donde, por supuesto, se abordan puntos relacionados con la dolarización parcial (...)
(...) Otro tema fundamental que el Banco Central, dentro de este programa de estabilización macroeconómica, está conduciendo, es el vinculado al mercado cambiario, el reimpulso y reordenamiento que requiere, en lo cual hay un gran avance y un consenso en cómo debe ser su alcance y su implementación gradual. Este mercado cambiario es necesario y decisivo en nuestra economía para aportar desde la captación de divisas y el ordenamiento de los flujos de divisas dentro de la economía”, explicó el vicepresidente del BCC.
Al abordar los riesgos que asume el Banco Central de Cuba, dentro del proceso de dolarización parcial, Quiñones pormenorizó sobre acciones a corto plazo que caracterizan la temporalidad: “Hablamos de una temporalidad que también está expresada en nuestros documentos rectores y en el objetivo de ir hacia la moneda nacional, que es nuestra moneda de curso legal, como está recogido en la Constitución” (...) Un aspecto en el que quisiera ser lo más conciso y preciso posible, y que ha generado muchas dudas en la población, es que las cuentas denominadas en MLC que hoy tienen los clientes en los bancos no desaparecen. Se mantienen esas cuentas denominadas en MLC y el compromiso de los bancos en las obligaciones con sus clientes, a partir de los fondos que tienen representados o los fondos que puedan tener en el futuro (...)
(...) Incluso, las tarjetas asociadas a las cuentas en MLC mantienen su funcionamiento en la red diseñada para que operen, y los bancos, como parte de sus opciones y trabajos, seguirán buscando alternativas para ampliar sus facilidades y usos. Es una tarjeta que mantiene plena vigencia y, por lo tanto, los clientes pueden confiar en el sistema bancario y financiero respecto a los clientes con este tipo de tarjetas (...)
Quiñones Betancourt relacionó un determinado número de nuevos productos financieros, a partir de las licencias emitidas por el BCC a instituciones no financieras y financieras como Fincimex.
“Aun cuando hoy tenemos una serie de productos, también se han ido proponiendo otros que el Banco Central ha estado autorizando para que participen. Tenemos la Clásica, pero también una tarjeta prepago que ha diseñado el Banco de Crédito y Comercio, que tiene un nivel de uso y aceptación, sobre todo por parte de los turistas, para quienes fue concebida principalmente, aunque se ha ampliado a todos los que deseen comprarla. Se diferencia de las cuentas bancarias en que su adquisición es más sencilla (...) Por supuesto, las cuentas bancarias tienen otras posibilidades y potencialidades, pero estas tarjetas son más bien para compras eventuales en los comercios (...)
Ante la interrogante de: ¿Por qué aceptar ahora la posibilidad de que las personas compren directamente con el dólar en efectivo?, el vicepresidente del BCC explicó en la Mesa Redonda:
“Siempre hemos explicado, dentro del proceso de bancarización, que pretendemos que sea el cliente quien escoja el mejor medio de pago a utilizar. Por determinadas razones, en ciertos momentos, el dólar ha tenido que ser regulado y los contextos siempre serán diferentes en el tiempo (...) Se analizó, se estudió y se vio la posibilidad, como estamos hablando también de una captación más rápida de la divisa, de que había potencialidades a nivel del país para aceptar nuevamente el dólar en aquellos comercios donde estén las condiciones creadas para hacer el pago en efectivo, condiciones mínimas pero necesarias para mantener, sobre todo, la seguridad y el control con esta divisa captada (...)
(...) Y se ha aprobado un grupo de establecimientos que pueden utilizar el dólar en efectivo para hacer compras. Volvemos a recalcar: dentro de la bancarización el efectivo es también un medio de pago y es el cliente quien escoge el medio de pago a utilizar (...)
(...) Hablamos de inmediatez en la compra, pero también hay mucho dinero circulando fuera del sistema bancario, no solo moneda nacional, sino también divisas, y por lo tanto esta es una opción para que las personas que tienen dólares los puedan poner en función de adquirir ciertos productos, en un momento como este en que existen las condiciones. En otros momentos han sido otras las condiciones y se han debido tomar otras medidas. Cada escenario es diferente (...)
Con información de Cubadebate
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