Después de que el banco central de Japón haya decidido subir los tipos por segunda vez este año, y en esta ocasión, en contra de lo que esperaba el consenso de analistas, el yen se ha convertido en la divisa estrella del mercado. La moneda japonesa ha recibido la noticia de la subida de tipos con subidas generalizadas, tanto, que este miércoles se revaloriza frente a todas las demás divisas del planeta. Las autoridades japonesas estarán celebrando la remontada del yen, ya que llevan meses tratando de impulsarla al alza, incluso con intervenciones directas en el mercado. Un yen más fuerte tendrá consecuencias para los mercados de renta variable, ya que estabilizar la divisa es algo crucial para conseguir atraer a los inversores internacionales.
Con los tipos de interés ya en máximos de los últimos 16 años, el yen japonés ya tiene una base sólida sobre la que apoyar una tendencia de subidas en el mercado de divisas. Mientras los grandes bancos centrales de planeta, como la Reserva Federal estadounidense y el Banco Central Europeo, a punto de dar comienzo a un proceso de bajadas de tipos, en el primer caso, y ya inmerso en este ciclo en el caso del BCE, la tendencia de subidas en el precio del dinero que se está produciendo en Japón servirá para impulsar a la moneda japonesa.
El Banco de Japón, con Kazuo Ueda al volante, continuará subiendo los tipos de interés en los próximos meses hasta "encontrar el nivel neutral para la economía", ha reconocido el propio Ueda, quien no descarta que el banco central vuelva a subir los tipos de nuevo antes de que finalice el año. Las palabras de Ueda confirman el apoyo al yen que el banco central quiere seguir manteniendo en los próximos meses, después de haberse confirmado que el organismo gastó 36.600 millones de dólares durante el mes de julio para evitar que la moneda se desplomase más de lo que ya estaba cayendo.
La decisión sorpresa de subir tipos en esta reunión puede suponer un cambio importante para el yen. "En los últimos años, el banco central ha sido extremadamente acomodaticio, a pesar de que el IPC estaba tendiendo hacia el objetivo del 2%", explica Junichi Inoue, jefe de renta variable japonesa de Janus Henderson. "Como resultado de ello, el mercado especulaba que el Banco de Japón no podría endurecer su política monetaria en esta ocasión, por el temor a que se produzca un frenazo en el crecimiento económico por los tipos altos, y esto llevó al yen hasta niveles realmente bajos", señala. Por eso el giro que ya ha dado el Banco de Japón es tan importante en este momento.
El mercado ha reaccionado rápidamente a la subida de tipos en Japón y al mensaje contundente de Ueda con compras de yenes que han llevado a la divisa japonesa a subir frente a las monedas de todos los países del mundo este miércoles. Frente al dólar estadounidense los avances han llevado al cruce hasta los 151 yenes por dólar, el nivel más alto que ha tocado la divisa desde el pasado mes de marzo. Esto también puede ser un apoyo para la bolsa del país, ya que, como explica Inoue, "a medida que el Banco de Japón dé más visibilidad a la política monetaria, debería estabilizar su divisa, mejorando el sentimiento entre los inversores extranjeros", explica.
Los inversores deshacen el 'carry trade'
Aunque no se esperaba un aumento de tipos por parte del Banco de Japón en esta reunión, los inversores llevan ya semanas deshaciendo sus posiciones bajistas en la divisa del país, valorando el apoyo de las autoridades japonesas a la moneda y también la posibilidad de que, aunque no fuese en esta reunión, el banco central comenzase pronto a acelerar con la normalización de su política monetaria.
Hasta ahora, muchos inversores estaban aprovechando los bajos tipos en Japón y la debilidad de la divisa japonesa para hacer el llamado "carry trade", una operación de arbitraje por la que se financian a tipos bajos, en Japón, y utilizan ese capital para invertir en activos que ofrecen más rentabilidad, como puede ser en este momento la deuda estadounidense o de la eurozona. Por el temor de que este arbitraje vaya a ser cada vez menos rentable, los inversores estarían deshaciendo posiciones rápidamente, apoyando así las últimas subidas de la moneda asiática.
"El cambio de tipos en Japón marca un cambio sustancial en la política, y los políticos monetarios están poniendo más énfasis en las proyecciones de inflación de largo plazo", explica Francesco Pesole, estratega de divisas de ING. "Este es un cambio mayúsculo para el yen, uno que puede cambiar estructuralmente la fotografía de las posiciones de 'carry trade'", señala el experto.
Según los cálculos de JP Morgan, cerca del 40% de las posiciones de "carry trade" entre el yen y las divisas del G-10 (las más negociadas del mercado) se habrían deshecho en las últimas semanas. El pasado viernes, de hecho, se deshicieron la mayor cantidad de estas posiciones desde el año 2011.
Gerencia de Análisis de la Información