28 de mayo de 2019 |
La historia del Banco Central de Cuba está indudablemente ligada al desarrollo de la banca nacional. En tal sentido, las iniciativas para la creación del banco central durante los primeros años de la republica mediatizada, implantada por el ejército interventor de los EEUU tuvieron su momento culminante al aprobarse en 1940 una constitución que establecía que la moneda y la banca estarían sometidas a la regulación y la fiscalización del Estado.
Hubo entonces que esperar ocho años para que finalmente se aprobara la ley que creó el Banco Nacional de Cuba como banco central, y dos años más para que comenzara a funcionar en 1950.
El período de establecimiento de la dictadura batistiana, de 1952 a 1959, marcó significativamente a nuestro país, y de ello no escaparon la economía y finanzas cubanas. La actuación de la Dirección del Banco Nacional de Cuba durante los años del gobierno surgido de este golpe de estado, representa un capítulo lamentable en la historia de la institución y de la banca cubana en general, pues se evidenció la fuga de activos monetarios netos hacia los EE.UU.
Al triunfar la Revolución en 1959, se hizo preciso tomar urgentes medidas de control de cambio. En 1960, como resultado de una política de defensa de los intereses nacionales y como respuesta a las agresiones económicas de EE.UU., se aprueba una ley que nacionaliza los bancos norteamericanos. Posteriormente, en el mismo año, se nacionaliza el resto de la banca y se declara pública la función bancaria. Los bancos nacionalizados fueron incorporados al Banco Nacional de Cuba que, a partir de ese momento fungía como banco central y como único banco comercial del país.
El desarrollo posterior de la banca nacional fue abriendo el espectro de las operaciones realizadas y permitiendo así la creación de nuevas instituciones financieras que se especializaban en ciertas operaciones del rango.
En los años 90 comenzó una nueva etapa para la economía cubana, caracterizada por importantes cambios que se llevaron a cabo sin modificar el carácter socialista de nuestro sistema. En esos años, con modestia y perseverancia, la economía cubana avanzaba por nuestro propio camino y con nuestras propias soluciones. El sistema bancario trabajaba en su reordenamiento y modernización, se mantenía la estabilidad de la moneda y se controlaba la inflación.
En ese contexto se hizo patente la necesidad del establecimiento de un banco que agrupara única y exclusivamente las funciones de banca central. Es así como surge el Banco Central de Cuba (BCC) como autoridad rectora de la banca cubana, la cual fue dispuesta por el Consejo de Estado mediante Decreto Ley No 172, de 28 de mayo de 1997.
En estos 22 años, el capital humano del Banco Central de Cuba ha trabajado en función del otorgamiento de licencias a nuevas instituciones financieras bancarias y no bancarias; ha informatizado y automatizado servicios y operaciones que hacen más viable el trabajo bancario; ha perfeccionado su sistema de auditoría interna; ha establecido parámetros correspondientes para una supervisión eficiente; ha desarrollado las acciones del Comité de Política Monetaria; ha trabajado en el perfeccionamiento del sistema de pagos en el país; ha establecido controles sobre el endeudamiento externo; así como ha aumentado su interconexión con organismos internacionales y homólogos extranjeros. El Banco Central de Cuba ha desarrollado estas y muchas otras tareas de vital importancia para el desarrollo de la economía nacional.
Hoy, conmemoramos el 22 aniversario del Banco Central de Cuba. Ciertamente, este período de arduo trabajo ha dejado huellas más que suficientes para honrar la trayectoria del activo más valioso del Banco: su capital humano. Es necesario expresar un especial reconocimiento a todo el personal que con gran vocación de servicio, ha aportado su talento y esfuerzos para que el Banco Central sea reconocido por su excelencia, credibilidad, transparencia y fortaleza institucional.
Conmemorar el aniversario de nuestra institución no debe significar única ni necesariamente una celebración. Significa, sobre todo, hacer memoria, recuperar lo transitado; significa explicar y diagnosticar el presente, para lanzarnos con más fuerza hacia el futuro.
Por ello, este aniversario, es un momento fundamental para comprender algo más. Para reconocer el valor más profundo de esta institución, que más allá de los desafíos y obstáculos que ha enfrentado a lo largo de estos años, jamás se ha resignado a cambiar la esencia de su misión.
Hoy, veintidos años después, podemos decir que el objetivo que aquellas personas se propusieron al fundarla, ha sido cumplido. El Banco Central de Cuba se ha consolidado como el banco de los bancos en un sistema donde la banca tiene el papel fundamental de responder a la economía socialista.
Contemplando lo realizado y reflexionando hacia el futuro, apostamos por el progreso de esta institución, conmemorando con alegría y satisfacción sus 22 años, porque vendrán muchos más. Por ello, los convocamos a renovar con energía nuestro compromiso con los objetivos y la misión de esta institución, manteniendo el compromiso social, la visión crítica y la congruencia como personas.
Muchas gracias por su presencia y por acompañarnos en este aniversario.
