Miguel Herrera
2019-06-12
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Imagen relacionada con la noticia :Intervención de la Ministra Presidente del Banco Central de Cuba, Irma Martínez Castrillón, en la apertura de la V Reunión del Desafío de Bonn Challenge Latinoamérica 2019

12 de junio 2019 |

Ministros, ministras y demás distinguidas autoridades y de mas participantes en esta Quinta reunión del Desafío de Bonn en Latinoamérica.

En nombre del Estado, del Gobierno y del pueblo de Cuba les damos nuestra más cálida bienvenida a la Habana, una bella ciudad, real y maravillosa, que celebra este 2019 los 500 años de fundada.

Creemos que esta reunión debería llamarse Quinta Reunión del Desafío de Bonn en América Latina y el Caribe, porque nos alegra no solo contar con las autoridades de Centroamérica, sino también con representantes de los hermanos países del Caribe y de América del Sur, lo que indica que tendremos este día una jornada de intercambios de alcance regional.

Para Cuba es un alto honor celebrar este encuentro luego de participar en las ediciones de 2016, 2017 y 2018, y por diversas razones será en nuestra reunión de La Habana donde nuestro país presente su Compromiso Voluntario Nacional ante el Desafío de Bonn hasta el 2030. Para llegar a ello hemos transitado por diferentes escalas de planificación nacional por parte del Estado y el Gobierno, en primer lugar el Plan Nacional para el Desarrollo Económico y Social hasta el 2030, que define los ejes y sectores estratégicos con un enfoque de desarrollo sostenible, siendo este el principal documento programático que contribuye al cumplimiento nacional de la Agenda 2030 para elo Desarrollo Sostenible de las Naciones Unidas. Uno de sus ejes estratégicos es la protección de los recursos naturales y el medio ambiente.

Es preciso particularizar en lo relativo al Plan de Estado para el Enfrentamiento al Cambio Climático, la Tarea Vida, que fue aprobado por nuestro Gobierno en 2017.

Dada nuestra condición de pequeño estado insular en desarrollo, el paulatino agravamiento de las condiciones climáticas globales es motivo de creciente preocupación por Cuba, en particular bajo la consideración de nuestras vulnerabilidades y limitaciones para hacer frente a los enormes retos de adaptación que implica el cambio climático y sus efectos adversos asociados, incluyendo fenómenos meteorológicos extremos como los que hemos presenciado en la Cuenca del Caribe durante los últimos años.

Si por primera vez, en 1990, el Panel Intergubernamental para el Cambio Climático afirmaba que la actividad humana incontrolada en cuanto a la quema de los combustibles fósiles producía el calentamiento adicional a la atmósfera y era capaz de modificar el clima del planeta, ya al año siguiente, nuestros científicos realizaban una evaluación preliminar de los impactos del cambio climático en el archipiélago cubano. De hecho, sus resultados mostraron el elevado nivel de vulnerabilidad del país ante los impactos potenciales, especialmente los relacionados con la elevación del nivel medio del mar, siendo esto el fundamento científico de la Tarea Vida.

Una decisión de tal magnitud, en el caso de un país en desarrollo, requerirá del apoyo en recursos, conocimientos y tecnología de la comunidad internacional para su implementación, lo cual en nuestro caso el reto es aún mayor, agravado por el endurecimiento del bloqueo económico, comercial y financiero impuesto por los Estados Unidos, que constituye el principal obstáculo para el desarrollo9 de nuestro país.

En Tarea Vida la actividad de restauración de paisajes puede apreciarse en lo que se relaciona con la protección de la costa, el manejo de cuencas y específicamente en los aspectos vinculados a la reforestación, lo que explica que nuestro vínculo con el Desafío  de Bonn sea orgánico y natural.

En la actualidad la adaptación basada en ecosistemas es el enfoque sobre la cual debemos trazarnos las estrategias de trabajo, “la restauración de paisajes como un proceso de adaptación al cambio climático” se consolida como un proceso integrador donde se tiene en cuenta las diferentes variables que en cada lugar específico se debe considerar para proyectar las actividades de restauración.

Nuestro país, cada año destina importantes recursos financieros para estos fines, donde se incluyen los destinados a la conservación y restauración de suelos, y las actividades vinculadas con la protección, restauración e incremento de los bosques.

Considerando las condiciones actuales de la economía y los resultados alcanzados, estimamos que nuestro país debe asumir como compromiso lograr 465 mil hectáreas para la restauración de paisajes y reforestación hasta el 2030.

En este sentido, se prevé el fomento de 220 mil hectáreas de bosque en las cuales se incluyen 20 mil hectáreas de manglares, la restauración de 110 mil hectáreas de bosques, la implementación de sistemas agroforestales en 35 mil hectáreas y la restauración de 100 mil hectáreas de otras tierras afectadas por la minería y muy erosionadas.

Deseo por último ratificar la disposición del Gobierno de Cuba de trabajar en el cumplimiento de sus metas ambientales ante las Convenciones Internacionales y otras iniciativas, donde a partir de hoy se inscribirá, además, lo que hemos afirmado aquí ante el Desafío de Bonn.

Éxitos en esta intensa jornada de trabajo y que puedan tener la oportunidad de disfrutar esta bella ciudad y de su generoso, bondadoso y solidario pueblo.

Muchas gracias.

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