Banco Central de Cuba
2021-09-28
2193
Compartir:
Imagen relacionada con la noticia :Estudio Económico de Cuba 2021 (II)

La política económica
a) La política fiscal
En 2020 la política fiscal tuvo un carácter contracíclico ante el enfrentamiento de la pandemia, en un contexto económico que ya era recesivo. Los gastos asociados al ordenamiento monetario, como el aumento de los salarios del sector estatal y las pensiones, impactaron parcialmente a las finanzas públicas en diciembre de 2020. Los ingresos totales del gobierno cayeron un 20,1% en términos reales. Tanto los ingresos tributarios como los no tributarios decrecieron (un 20,6% y un 18,6%, respectivamente), al mismo tiempo que los gastos totales disminuyeron un 3,1%, como resultado de las caídas de los gastos corrientes (1,5%) y de los gastos y trasferencias de capital (22,4%). Cabe señalar que los desembolsos públicos en las áreas de seguridad social, ciencia e innovación tecnológica, educación, salud pública y asistencia social, entre otros relacionados, registraron aumentos en términos reales. Como era de esperarse, se produjo un considerable aumento del déficit fiscal, que pasó del 6,2% del PIB en 2019 al 17,7% del PIB en 2020. El financiamiento del déficit se realizó mediante la emisiónde bonos soberanos, con plazos de amortización que van de 1 a 20 años y una tasa de interés promedio del 2,5% por cada emisión.
En los primeros meses de 2021 la situación de las finanzas públicas no ha mejorado, ya que los ingresos se mantienen bajos como resultado de la incipiente recuperación de la actividad económica y los mayores gastos asociados al rebrote de la pandemia desde enero, incluida la inversión en el desarrollo y los ensayos clínicos de cinco vacunas candidatas contra el COVID-19, de las cuales dos (Abdala y Soberana 02, con la tercera fase de ensayos terminada) se comenzaron a aplicar como medida de emergencia en mayo. Los gastos en la salud pública representan el 27% de los gastos totales, según el dato más reciente dado a conocer por el Gobierno cubano para este año.


La política fiscal presenta cambios importantes en 2021, en el contexto del primer año de la implementación del ordenamiento monetario:
I) la corrección gradual de los precios mayoristas y minoristas como resultado de
la devaluación;
II) la aplicación de una reforma general de salarios y pensiones;
III) la eliminación de subsidios excesivos a los precios de productos no básicos para la población;
IV) la constitución de una reserva en los presupuestos locales destinada a la protección de las personas y núcleos vulnerables y una reserva en el presupuesto central para el apoyo financiero temporal al sistema empresarial como resultado del incremento de los costos;
V) establecimiento de bonificaciones totales o parciales en el pago de los impuestos sobre las ventas y los servicios a las formas de gestión noestatal, con el objetivo de lograr adecuadas concertaciones de precios en los bienes y servicios de impactosobre la población;
VI) adecuaciones en la tributación, en las que se redimensionan las bases de gravámenes, se reducen tipos impositivos y se incrementan las deducciones de gastos y el mínimo exento tanto en las formas de gestión estales como no estatales;
VII) exoneración del pago anual del impuesto sobre los ingresos personales de los trabajadores por cuenta propia cuya actividad se mantuvo suspendida por un período de seis meses o más por efecto del COVID-19, y
VIII) autorización a los gobiernos localespara que accedan a créditos bancarios de corto plazo con el objetivo de financiar desequilibrios temporales de caja en sus cuentas, al mismo tiempo que se alistan las normas para introducir la Letra del Tesoro como instrumento de deuda a corto plazo. Tomando en cuenta las reformas antes señaladas, los gastos totales llegarían a un monto estimado del 79,1% del PIB (frente al 69,2% del PIB en 2020), en tanto que los ingresos netos representarían el 60,8% del PIB (frente al 51,5% del PIB en 2020). El déficit fiscal estimado para 2021sería del 18,3% del PIB (frente al 17,7% del PIB en 2020). Cabe señalar que, en realidad, el nuevo tipo de cambio se aplica al sistema empresarial estatal y a la administración pública que
anteriormente realizaban, en su generalidad, transacciones en dólares a una tasa de 1 a 1. El tipo de cambio de 24 CUP por dólar era el vigente para los hogares cubanos y el sector privado.


b) La política monetaria, cambiaria y financiera
Las tasas de interés no presentaron cambios en 2020: para préstamos en CUC la tasa mínima fuedel 4,5% y la máxima del 5,5%, mientras que para préstamos en CUP la tasa mínima fue del 4,5% y la máxima del 7,0%. El agregado M2A (población) se estabilizó en los primeros meses de 2020 y posteriormente se aceleró de manera importante; la tasa de crecimiento anual fue del 51,0% (frente a un 10,3% en 2019). En caso de mantenerse este escenario, se puede esperar un aumento de las presiones inflacionarias existentes en los mercados con precios no regulados y la profundización de fenómenos monetarios como inflación reprimida, ahorro forzoso y escasez. En años recientes, el crecimiento del agregado M2A se ha asociado en lo fundamental al comportamiento del efectivo en circulación, como resultado del dinamismo del sector privado, que opera generalmente al margen de los canales de pago del sistema financiero.
En 2020, el financiamiento otorgado en pesos cubanos por los bancos a la economía nacional, incluidas las personas naturales, disminuyó un 6,4% respecto al monto concedido en 2019. Los mayores decrecimientos correspondieron a las otras formas de gestión no estatal, las cooperativas no agropecuarias y los trabajadores por cuenta propia. Este resultado estuvo asociado fundamentalmente a la situación epidemiológica que enfrentaba el país, que ocasionó la reducción significativa de la actividaden estos sectores.
El crédito otorgado a las personas jurídicas mostró una disminución del 6,1% respecto del año anterior. Del total de los financiamientos, el 93,1% se destinó a las empresas estatales y el 6,7% a la actividad agropecuaria no estatal. El financiamiento otorgado a las personas naturales decreció en 10,7%respecto del monto registrado en 2019.
En 2021 las autoridades monetarias enfrentan el reto de controlar el ritmo inflacionario tras el choque inicial de precios por el ordenamiento monetario y el entorno de escasez asociado a la pandemia. Los problemas de liquidez en dólares aumentan la inestabilidad de los precios, a pesar de los esfuerzos de las autoridades para amortiguarla aplicando controles directos sobre las divisas, los precios, los salarios y el crédito. La fuerte contracción de la oferta de divisas amplió el diferencial entre la tasa oficial y la tasa del mercado informal, lo que se agudizó por la mayor demanda de dólares ante el retorno a la modalidad de ventas en divisas en los mercados estatales de bienes y servicios.
Ambos factores afectan la estabilidad de los precios, especialmente en los mercados desregulados del sector no estatal (incluido el mercado agropecuario) y el propio mercado informal. Cabe señalar que el 10 de junio de 2021 el banco central anunció que a partir del 21 del mismo mes las personas naturales y jurídicas, tanto cubanas como extranjeras, no podrían realizar en las instituciones bancarias cubanas depósitos o cualquier otra transacción en dólares estadounidenses en efectivo. Lo anterior surge como resultado de los obstáculos adicionales que impone el bloqueo de los
Estados Unidos para que el sistema bancario cubano pueda depositar en el exterior el efectivo en dólares estadounidenses que se recauda en el país. La inclusión de Cuba, en enero de 2021, en la lista de Estados patrocinadores del terrorismo por parte de los Estados Unidos agravó esta situación.


c) Otras políticas
Durante el Gobierno del presidente Trump en los Estados Unidos se activaron más de 240 medidas coercitivas en el marco del bloqueo que ese país mantiene sobre Cuba, que se mantienen vigentes hasta ahora. Para Cuba estas restricciones profundizan los múltiples desafíos impuestos por la pandemia de COVID-19 y multiplican sus efectos adversos en los ámbitos socioeconómico, sanitario y
financiero. Estas medidas han obstaculizado, en repetidas ocasiones, la llegada de ayuda humanitaria al país. De acuerdo con el informe más reciente del Gobierno cubano, entre abril y diciembre de 2020 el bloqueo causó pérdidas del orden de 3.587 millones de dólares, cifra que duplica con creces el valor de las exportaciones de mercancías realizadas por Cuba en 2020.

Compartir:

Haga un comentario