Cuba apuesta por lograr que el peso, su moneda nacional, además del valor recupere la confianza de la población y los actores económicos, al poder utilizarse en toda transacción u operación, entre ellas, adquirir divisas, ahorrar y fijar precios, aseguraron en esta capital expertos del Banco Central de Cuba (BCC).
Para Ian Pedro Carbonell Karell, al frente de la Dirección de Políticas Macroeconómicas de esa institución, y los especialistas Carlos Enrique González García y Michel Carmona Segui, recuperar las funciones de la moneda es bien complicado y requiere de medidas a corto y mediano plazos, y del acompañamiento y coordinación de políticas de tipo monetario, cambiario, fiscal y comercial.
Con la implementación desde el cuatro de agosto de la compra de divisas en nuestro sistema bancario a las personas naturales y a los actores económicos no estatales, estamos dando los primeros pasos de lo que será un mercado cambiario, ahora inexistente, mientras a la par no se establezcan las operaciones de venta de divisas, explicaron a la Agencia Cubana de Noticias.
La medida incluye un nuevo tipo de cambio oficial, al pasar de 1x24 CUP a 1x120 CUP (con respecto al dólar estadounidense), y a la pregunta de qué se espera con la creación del mercado cambiario González dijo que uno de los objetivos es captar los flujos de divisas que circulan a través de canales informales, y parte de ese dinero destinarlo a necesidades productivas.
Un segundo elemento es lograr estabilizar los precios, dado que en las actuales condiciones el tipo de cambio constituye un costo relevante para los consumidores y los actores económicos no estatales, de ahí que gran parte de los precios que se forman en los mercados informales y del sector privado tienen incorporados el tipo de cambio informal.
En la medida que el tipo de cambio oficial se estabilice y garantice la convertibilidad del peso cubano se logrará reducir los niveles de inflación, subrayó.
A su vez, explicaron a la ACN los entrevistados, con el mercado cambiario esperamos formalizar los flujos, y eso significa reconocer el costo real al cual se enfrentan las mipymes, cooperativas y trabajadores por cuenta propia, generar confianza para transitar por los canales oficiales del sistema financiero, y asegurar una mayor transparencia y disminución de la evasión fiscal.
Otro de los especialistas de Políticas Macroeconómicas del BCC, Carmona, puntualizó que para disponer de un mercado cambiario con esas características se requiere en el mediano plazo vender divisas a la población y a los actores económicos no estatales, y en segundo lugar aceptarlas todas, sin distinciones, en las operaciones cambiarias y en los depósitos en cuentas.
Y aquí sería imprescindible un tercer paso: crear una vía de acceso desde el peso cubano a las tiendas en monedas libremente convertibles, aunque en los inicios pueda ser indirectamente y con ciertos límites, porque es una realidad que para comprar en tales establecimientos hoy mucha gente recurre a ese mercado informal en busca del euro, del dólar canadiense u otras divisas.
A modo de ejemplo, explicó Carmona que una ventana podría ser ir al banco con pesos cubanos y depositarlos en una cuenta en divisas, y con ello después concurrir a esas unidades comerciales, pero que nuestra moneda nacional logre llegar a ellas, como parte de la aspiración de que todas las compras y ventas realizadas dentro de la economía nacional sean en pesos cubanos.
En opinión del Director de Políticas Macroeconómicas del Banco Central tendremos un mercado cambiario completo si a través de él se puede establecer una conexión entre la moneda nacional y las divisas, y a eso vamos, pero los primeros pasos son construir ese mercado y después lograr que funcione bien y con estabilidad.
Para alcanzar la estabilidad del mercado cambiario el camino es largo y complicado, acotó Carbonell, porque las condiciones de Cuba son muy particulares, y todas las acciones hay que hacerlas paralelamente, con medidas dirigidas, por ejemplo, a reducir y controlar el déficit fiscal del Presupuesto del Estado que provoca la emisión de dinero sin respaldo productivo, lo cual resulta altamente inflacionario.
Entonces para que el anhelado mercado cambiario opere con eficiencia y estabilidad se necesita de una institucionalidad sólida en el manejo de sus divisas, con reglas claras y concretas; y garantizar el equilibrio monetario en la población y la cantidad de dinero que garantiza el funcionamiento de la economía, dijo.
Otros requisitos serían facilitar todas las vías de entrada de divisas al país, ya sea por inversión extranjera directa, por remesas y el turismo; y avanzar en la desdolarización de la economía cubana, lo cual garantizará disminuir la demanda de divisas y aumentar su oferta en el mercado cambiario.
En los 90, y como fecha final el 2004, recordó Carbonell, Cuba logró llevar a cabo un proceso de desdolarización exitoso, tenemos esa experiencia histórica; sabemos que es muy complicado en las condiciones de hoy, pero la clave radica en analizar todo cuanto podamos hacer por recuperar la confianza de las personas en la moneda nacional, apostando por el peso cubano.
El objetivo final debe ser que toda la economía, tanto actores estatales como no estatales, operen en un solo mercado cambiario con un único tipo de cambio económicamente, fundamento que garantice la convertibilidad de la moneda nacional, afirmaron a la ACN los especialistas del BCC.
Durante su reciente comparecencia radio televisiva sobre este tema, Alejandro Gil Fernández, viceprimer ministro y ministro de Economía y Planificación, manifestó que las medidas que hemos tomado también responden al incremento de la oferta en pesos, una mayor participación de los productores nacionales y financiamiento de la industria nacional.
“Tener un respaldo para las ofertas en moneda nacional es decisivo para el funcionamiento estable del mercado cambiario y la estabilidad del tipo de cambio,” dijo entonces.
Tomado de: http://www.acn.cu/economia/98030-cuba-apuesta-por-recuperar-la-confianza-en-su-moneda-nacional
