26/05/2022 - Bolsamania
El Banco de Rusia se ha reunido de urgencia hoy jueves (26/05/22) para anunciar una bajada de las tasas de interés de 300 puntos básicos y dejar el precio del dinero en el 11%. La institución monetaria se ha permitido realizar este movimiento ante la inesperada fortaleza del rublo ruso, que está ayudando a reducir las presiones inflacionistas. Sin embargo, una serie de medidas adoptadas por Moscú y los grandes ingresos por venta de materias primas (gas, petróleo, cereales...) han dado un giro de 180 grados a la situación: el rublo se ha apreciado de forma violenta contra el dólar pese a la recesión de la economía rusa.
Aunque parezca contradictorio, el rublo ruso ha tocado esta semana máximos no vistos desde el 2015 contra el dólar. El rublo se ha hecho fuerte en medio de una guerra, unas sanciones históricas por parte de Occidente, una recesión intensa de la economía y una deuda al borde del default.
Esta fortaleza está templando las expectativas de inflación puesto que un rublo fuerte reduce sobremanera los precios de importaciones (denominados en otras divisas distintas al rublo). Con menos rublos, Rusia puede importar más bienes y servicios procedentes de los países que siguen comerciando con Moscú. Por ahora, la decisión de rebajar las tasas está depreciando el rublo un 12% frente al dólar en el día.
Una inflación más moderada y un rublo muy fuerte dan margen al Banco de Rusia para bajar las tasas de interés con fuerza e intentar estimular la economía. Aunque aún es pronto para lanzar vaticinios concretos, quizá la economía rusa resista mejor de lo que se había esperado en un primer momento. Pese a las sanciones, Moscú ha seguido exportando petróleo, gas o grano a unos precios más altos, lo que está dando alas al rublo, por un lado, y generando un superávit por cuenta corriente históricamente alto.
Con la rebaja de este jueves, el banco central ya ha recortado la friolera de 900 puntos básicos, el precio del dinero, en unos pocos meses. El propio Banco de Rusia explica en el comunicado emitido esta mañana que "los últimos datos semanales apuntan a una importante ralentización de las actuales tasas de crecimiento de los precios. La presión inflacionaria disminuye gracias a la dinámica del tipo de cambio del rublo, así como a la notable disminución de las expectativas de inflación de los hogares y las empresas. En abril, la inflación anual alcanzó el 17,8%, sin embargo, según la estimación del 20/05/22, se desaceleró al 17,5%, disminuyendo más rápido que en el pronóstico de abril del Banco de Rusia".
Hay que tener en cuenta que el objetivo de inflación en Rusia es del 4%, el doble que el de los países desarrollados. Según el pronóstico del Banco de Rusia, dada la orientación de la política monetaria, la inflación anual disminuirá al 5-7% en el 2023 y volverá al 4% en el 2024.
Además, el banco central asegura que "los flujos de dinero siguen llegando a los depósitos en rublos a plazo fijo, mientras que la actividad crediticia sigue siendo débil. Esto limita los riesgos proinflacionarios y obliga a flexibilizar las condiciones monetarias". Por otro lado, la flexibilización de la economía también responde a "unas condiciones externas para la economía rusa que siguen siendo desafiantes, lo que restringe considerablemente la actividad económica. Los riesgos para la estabilidad financiera disminuyeron algo, lo que permitió una relajación de algunas medidas de control de capital", sostienen desde el banco central.