Central Bank of Cuba
2021-06-09
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China y el petróleo echan más leña al fuego de una inflación que se calienta por momentos

La banca central lanza casi a diario un mensaje tranquilizador sobre la inflación: "Es un fenómeno temporal". Quizá estén en lo cierto, pero temporal o no, los precios se están 'calentando' mucho más de lo previsto. Cada nuevo dato de IPC supera las previsiones, mientras que los costes de producción se está disparando también más de lo previsto, como se ha podido ver este miércoles en el índice de producción industrial de China. Este alza de los costes en la fábrica del mundo tendrá su impacto en el resto de potencias.

Los precios de producción industrial de China ha registrado una subida interanual del 9%, la mayor desde septiembre de 2008, después del alza del 6,8% observada el mes anterior, según los datos de la Oficina Nacional de Estadística (ONE). Este incremento de los precios de producción ha superado las expectativas del mercado, cuyo consenso hablaba de un alza del 8 u 8,5%, un aumento que ya se anticipaba como peligroso para la evolución de la inflación.

No obstante, el dato tranquilizador del día es que, por ahora, el fuerte incremento de la inflación mayorista no ha tenido de momento reflejo en el índice de precios al consumo (IPC) de China, que subió un 1,3% interanual en mayo, frente al 0,9% del mes anterior. En EEUU el IPC ya avanza un 4,2%, mientras que en Europa se sitúa en el 2%. Sin embargo, los modelos usados por las instituciones financieras advierten de que la inflación no ha tocado techo todavía y que lo hará en algún momento de 2021.

Los precios de producción suben en China un 9%

Parece que las empresas, al menos en el mercado doméstico, están ajustando márgenes antes de trasladar una mayor parte de las subidas de sus costes a los consumidores. Pero si los costes se mantienen al alza, este comportamiento será insostenible en el tiempo, por lo que o los precios de producción empiezan a moderarse o las empresas tendrán que cargar a los consumidores una mayores parte de sus costes.

En principio, el alza de los precios industriales podría estar cerca de tocar techo. China está implementando medidas para controlar el alza de las materias primas sobre las que tiene cierto control. "La inflación de los precios de producción probablemente esté cerca de su máximo", asegura Julia Evans-Pritchard, analista de Capital Economics, para quien los efectos de base serán menos favorables a partir de este mes.

El petróleo se encarece

No obstante, el petróleo se escapa a las manos del 'gigante asiático' y esta materia prima está subiendo con intensidad. El petróleo Brent ya ha superado los 72 dólares por barril. Esta materia prima sigue moviendo los precios en casi todo el mundo, puesto que no solo afecta a los costes de producción, sino que también impacta directamente en el IPC a través de los precios de la energía (gasolina).

Por otro lado, el carbón parece estar renaciendo, aunque sea por poco tiempo. "La situación se ha agravado aún más en el mercado del carbón: el jueves pasado, el precio del futuro del mes anterior en el ICE subió por encima de 100 dólares la tonelada por primera vez desde octubre de 2018, ahora alcanza los 106 dólares, el nivel más alto desde enero de 2012", explican desde Commerzbank.

Esto se debe a una combinación de varios factores: la demanda es alta en China, el mayor consumidor, porque la economía está funcionando bien y llega un verano caluroso después de un invierno muy frio. Al mismo tiempo, la producción china se tambalea porque se están intensificando los controles de seguridad después de una serie de accidentes fatales en las minas del país. La demanda también es alta en Japón y Corea del Sur, los cuales son los principales importadores, mientras que Indonesia, el principal exportador, estaba experimentando problemas de producción como resultado de las fuertes lluvias.

El riesgo de sufrir una inflación global de costes será el tema clave para los próximos meses. En principio, este fenómeno debería ser transitorio, puesto que los cuellos de botella y la escasez de ciertos inputs debería ir desapareciendo a medida que la oferta se adapta a la demanda, pero sobre todo a medida que la demanda vuelva a la normalidad (la reapertura y el covid ha disparado el consumo de muchos bienes tecnológicos que está generando una escasez sin precedentes de chips semiconductores, por ejemplo). No obstante, desde la agencia financiera Bloomberg aseguran que los riesgos se centran en la posibilidad de que los cuellos de botella sean más que transitorios.

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