El pasado jueves 11 de marzo, tuvo lugar en el Comité Central del Partido, el Balance del Sistema Bancario y Financiero correspondiente al año 2020. Participaron en la actividad el Presidente de la República de Cuba, Miguel Díaz Canel Bermúdez, el Viceprimer Ministro y Ministro de Economía y Planificación, Alejandro Gil Fernández, la Ministra Presidente del Banco Central de Cuba, Marta Wilson González, miembros del Consejo de Ministros, presidentes de los bancos e invitados.
Según el análisis de resultados de trabajo del pasado año, fueron detectados problemas que demuestran la necesidad de perfeccionar los servicios bancarios en función de satisfacer las necesidades de los clientes, los cuales pueden ser sintetizados en tres grupos:
- La organización del servicio en los bancos: Las principales inquietudes giran en torno a demoras en tramitar operaciones y conceder préstamos, problemas organizativos internos y la congestión de trámites presenciales que se deben realizar en las oficinas.
- Insuficiente proactividad para el estudio del mercado, con el objetivo de diseñar e implementar nuevos productos financieros: aunque se aprecian avances en este sentido, el nivel de respuesta e innovación a los requerimientos actuales debe ser más proactivo.
- Insuficiente infraestructura tecnológica, lo que afecta la sostenibilidad del servicio al proyectarse un incremento de los canales electrónicos de pago: desde el año 2016 no se tienen nuevas inversiones y aun cuando se han estado priorizado las infraestructuras más críticas, las capacidades actuales son insuficientes para el nivel de operaciones que se tramitan, a lo que debe añadirse la obsolescencia de gran parte de los equipos que la conforman y la falta de equipos redundantes para dar respuesta automática a los fallos que pueden ocurrir.
Todo esto ha llevado a un esfuerzo adicional en nuestras instituciones, con adecuaciones importantes en los procesos más críticos y potenciando a los centros de datos que atienden la operatoria de los clientes con tarjetas magnéticas, aunque de forma insuficiente.
Para este año 2021 se requiere actualizar las principales infraestructuras y continuar trabajando con ETECSA para lograr alternativas fiables y eficientes en su Centro de Datos.
Las proyecciones de trabajo para el 2021, se sustentan sobre la base de objetivos claves que respondan a las demandas actuales, entre ellos:
- Optimizar los procesos relacionados con la prestación del servicio.
- Incrementar la utilización de los canales de pago en función del comercio electrónico.
- Implementar nuevos productos de ahorro y de crédito en correspondencia con las nuevas condiciones de la economía.
- Preservar la estabilidad de las instituciones financieras, en correspondencia con el nuevo escenario de la Tarea Ordenamiento.
- Culminar el diseño del mercado de deuda pública y comenzar la migración hacia una plataforma tecnológica más moderna, con los principales servicios asociados a los canales electrónicos de pagos.
- Avanzar con la industria militar para la modernización de los cajeros automáticos con mayor obsolescencia.
- Trabajar de conjunto con los organismos implicados para desarrollar la banca de fomento para la agricultura.
- Perfeccionar las estadísticas monetarias y financieras que son analizadas en el equilibrio de las finanzas internas y el impacto de la implementación de la Tarea Ordenamiento y en la economía.
- Participar en el desarrollo de proyectos asociados a macro programas definidos para la implementación del PNDES 2030.
Entre las actividades a desarrollar este 2021 como parte de la Estrategia Económico Social se encuentran:
- La capitalización de los bancos en función de los riesgos inherentes a la actividad bancaria.
- El análisis del impacto de la Tarea Ordenamiento en la banca, en términos de gestión, estructura, acceso y uso de los servicios.
- Avanzar en el diseño del mercado de deuda pública.
- Ampliar y estimular el acceso al crédito a los sectores económicos y población mediante incentivos financieros.
- Conceder las facilidades financieras a las empresas y formas de gestión no estatal que contribuyan al proceso de recuperación de su gestión.
- Incrementar los servicios que se brindan a través de los canales electrónicos de pago.
- Establecer una estrategia para lograr una educación financiera a mediano plazo.
Sin dudas, el Sistema Bancario y Financiero tiene numerosos desafíos que enfrentar, y la satisfacción por los logros alcanzados en el 2020, constituyen una motivación más para seguir avanzando y perfeccionando, en mayor escala, los servicios y productos, sobre la base de tres pilares fundamentales: la innovación, la disciplina y la constancia.
