Como parte de las acciones desarrolladas en la jornada por el Día del Trabajador Bancario, especialistas de la gerencia de Comunicación Institucional del Banco Central de Cuba (BCC) se acercaron al Banco Nacional de Cuba (BNC) para conocer un poco más sobre la labor de un trabajador bancario que ha dedicado gran parte de su vida al sistema bancario. Aquí le compartimos la experiencia:
No podía imaginar Oscar Barranco Capote, profesor, Licenciado en Historia, que al llegar al Banco Nacional sería cautivado por una especialidad diferente por completo a la estudiada en la Universidad de La Habana, los Recursos Humanos, y que daría al sector bancario 24 años de su vida laboral.
Al llegar a la entidad en 1997, en medio de la reorganización del sector y el surgimiento de los diferentes bancos, pensó que se desempeñaría inicialmente como Relacionista Público, pero a solicitud de la administración, a raíz de las necesidades del momento, comenzó como Especialista de Cuadro, hasta que en el año 2000 asumió la Dirección de Recursos Humanos, realizando su labor hasta la actualidad.
Mientras relata sus vivencias entristece la mirada por los avatares laborales e incomprensiones, pero se emociona al hablar de los aciertos y logros obtenidos en estos años de arduo trabajo. Esta especialidad, afirma Barranco, es mal interpretada, pues se piensa que somos “la gente que contrata”, y no es así, en realidad somos un equipo que debe estudiar mucho, estar actualizados, porque los documentos rectores cambian constantemente y es indispensable para su trabajo.
Manifiesta que, sobre los hombros de los especialistas de recursos humanos, recae la selección del personal que va a laborar en la institución, entrevistan, verifican y proponen las mejores opciones a la administración y al trabajador de forma individual, lo que redunda en la calidad del recurso humano y se revierte luego en la calidad de los servicios que se prestan.
Más adelante, nos comenta Oscar sobre su preocupación por la juventud, que constituye mayoría en el sector bancario, y alerta sobre movimiento constante de los jóvenes, tanto de una institución bancaria a otra, como hacia otros sectores. Afirma que el nuestro es un sector privilegiado, por las facilidades de superación que brinda, pues su personal debe estar preparado al tener una participación activa en las transformaciones que genera la actualización del modelo económico cubano. Exhorta a los jóvenes a aprovechar las oportunidades, a estudiar, prepararse para afrontar las tareas y jugar el papel que les corresponde desempeñar en cada momento.
Muestra su orgullo, enamorado de la historia del Banco Nacional, de trabajar en un edificio construido en la primera década del siglo XX, y que exhibe el mayor lujo ecléctico de la época. Nacida como institución del Estado a partir de la Ley 13 del 23 de diciembre de 1948, que ha prestado y presta servicios al sistema empresarial cubano en su pintoresco entorno, al convivir con una riqueza museable atesorada con celo por todos sus trabajadores. Para concluir, afirma que el retiro está lejano, porque a sus 66 años se siente con fuerzas para continuar aportando su granito de arena al sistema bancario.
