El Banco Central de Cuba (BCC) no pudo sustraerse esta semana a la iniciativa de múltiples instituciones, de llamar a la conciencia colectiva, la empatía y la capacidad de reinventarse en medio de las adversidades, luego del paso del Huracán Melissa por la zona oriental del país. Para ello orquestó una recogida de donativos a los damnificados: expresión también del respaldo de los bancarios cubanos a tantas personas en condiciones de vulnerabilidad en este instante.
Oponer a la tormenta física, una similar en intensidad y alcance, pero de solidaridad, pareciera ser la directriz del BCC, cuya acción se ha visto amplificada por semejantes estrategias organizadas al interior de casi todas las entidades bancarias y financieras de la Isla, cuyos tributos serán compilados en el propio Banco Central de Cuba, antes de su traslado a las áreas afectadas.
Con el apoyo de la Unión de Jóvenes Comunistas y demás organizaciones políticas y sindicales, la tarea se suma a otras implementadas por el sector, como la emisión de cuentas para la recepción de ayudas monetarias y el apoyo a la recuperación justo en las zonas más afectadas por el evento meteorológico.
El entorno bancario y financiero cubano reafirma así su compromiso con las causas más nobles de la nación y su papel activo en las encomiendas sociales, políticas y económicas de mayor urgencia en la Mayor de las Antillas, haciendo valer su célebre máxima que reza: “Cuenta conmigo”.
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