Con motivo de las celebraciones por la Jornada del Trabajador Bancario, integrantes del equipo de comunicación institucional del Banco Central de Cuba (BCC) nos acercamos a conversar con Isaac Hernández Pérez, actual director de Crédito y Deuda Externa de nuestra institución, quien, además, recibiera el pasado 18 de octubre el sello conmemorativo por cuarenta años al servicio del sector bancario.
A continuación, nos relata sus experiencias.
“En el año 1976 fui seleccionado para estudiar Relaciones Económicas Internacionales en la Unión Soviética, allí estuve del 76 al 81. Esta fue una etapa importante de mi vida, sobre todo por haberme separado de mis familiares, pero aun así fue una buena experiencia haber estudiado en ese país.
Estando en la Unión Soviética, en el tercer año, la Dirección de Cuadro del Banco Nacional de Cuba (BNC) realizó una selección de compañeros para que fueran a trabajar con ellos después de la graduación y di mi disposición.
En el año 1981 me incorporé a dicha entidad, donde comencé como Analista de Información Internacional. Con el tiempo fui superándome, cada dos años me evaluaban y comencé a ascender a categorías superiores. Mientras transité por toda esa carrera existió un intervalo de tiempo que no estuve en el banco (1983 hasta 1987).
Concretamente, a partir del 83, cumpliendo una misión dada por el banco, pasé a apoyar la microbrigada que se hacía en aquel entonces por organismos, después estando en la micro de apoyo, me solicitaron que me quedara permanente y me dieron dos años del 83 al 85, ya en la etapa final fui llamado a cumplir Misión Internacionalista en Angola.
Me fui a Angola y estando allí me pasaron a Etiopía a cumplir la tarea de ser Financiero en una Unidad Militar; pero por decisión del alto mando militar pasé a ser el Auditor Principal de la misión. A la misma vez hubo un problema en la Embajada de Cuba con el económico, y como yo era bancario me solicitaron una prestación de servicio para trabajar en la embajada, ahí estuve uno de los dos años que estuve en Etiopía, después regresé a lo militar nuevamente.
Fue otra buena experiencia haber estado cumpliendo misión internacionalista por todo lo que ello implica, y al final culminé exitosamente mi estancia en Etiopía. Estando allí, cuando terminé en la embajada, me propusieron ir a trabajar al Ministerio de Relaciones Exteriores (Minrex), después me propusieron ir a trabajar, por los resultados que obtuve en la auditoría, en lo que es hoy el GAE, o sea, el Grupo Empresarial de las Fuerzas Armadas Revolucionarias (FAR). También tuve otras propuestas muy tentadoras, como ir a trabajar en empresas mixtas, pero siempre al tomar la decisión ganaba el hecho de quedarme en el banco, de lo cual no me arrepiento.
El sector bancario fue donde comencé a trabajar y ya yo me sentía con un compromiso con la banca cubana, por lo que diplomáticamente decliné dichas ofertas. Cuando regreso al banco comencé a trabajar en organismos internacionales que pertenecían a la Dirección de Estudios Financieros, la cual tenía varios departamentos, incluyendo Deuda Externa, en este último se presentaron dificultades con los trabajadores y me solicitaron que fuera a trabajar allí por un período determinado de 15 o 20 días, hasta que pudieran contratar personal y ahí me he mantenido hasta el día de hoy. Fui jefe de departamento, después gerente y ahora director.
Cuando se reestructuró el sistema bancario, se creó el BCC y pasé del BNC al Banco Central, del cual soy fundador. Es un orgullo ser bancario y haber permanecido durante cuarenta años en este sector. En el banco yo he realizado mi vida laboral. He tenido el gran honor de representar a la institución en organismos internacionales, fui uno de los compañeros que participó en las negociaciones de la deuda con el Club de París.
He continuado siendo bancario, me siento bancario y me voy a retirar siendo bancario. El banco ha sido una buena escuela en cuanto a preparación y superación.
Quizás lo único que me quede por hacer es que me hubiese gustado trabajar en la banca comercial, porque pienso que ese es el eslabón fundamental para después ser promovido al BCC, y es una laguna que siempre he tenido y que no he podido cumplir. Hubiese querido aprender más sobre la operatividad de las cartas de crédito, de la banca comercial en sí, pero bueno, después por el mismo trabajo realizado me he relacionado con la banca comercial y he adquirido conocimientos. Pienso que para cualquier muchacho joven que esté en el banco, debe empezar por la banca comercial.
Esto es lo que he hecho laboralmente durante cuarenta años.”
