Miguel Herrera
2019-09-17
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Imagen relacionada con la noticia :Comprar criptomonedas en Cuba, una “exchange” no tan virtual

17 de septiembre 2019 | Por: Dianet Doimeadios Guerrero, Lissett Izquierdo Ferrer, Edilberto Carmona Tamayo, Diego Rafael Albornoz |

Cuenta un tuit que la primera transacción de criptomonedas en Cuba se hizo desde un parque wifi de Centro Habana. Fue en julio de 2015. Aunque la negociación con criptodivisas se registra en la Red, y nació para que este fuera su espacio orgánico, en la Isla siempre termina “cara a cara”. El bloqueo financiero funciona “como un reloj suizo” para todos, para el Estado y para quienes tienen monedas digitales en su billetera.

“Por ejemplo, si estás en Guantánamo y alguien de La Habana te oferta bitcoins, debes mandar el dinero con un familiar o amigo y te las envían a tu wallet”, dice Ony Dolz, uno de los miles de inversores que incursionan en el mundo cripto.

Similar a una casa de cambio tradicional funcionan las exchanges electrónicas fuera de Cuba. Puedes comprar, vender e intercambiar euros, dólares o cualquier otra divisa por ethereum, KBC, dash, ripple, litecoin, y dos mil trescientas más. 

Los cubanos tienen acceso a las exchanges, intercambian criptomonedas, pero no pueden comprar directamente en ellas. Un bloqueo de casi 60 años impide una operación tan rápida y sencilla que puede realizarse en una milésima de segundo.

Entonces, ¿cómo llegan las criptomonedas a los monederos en Cuba? Los interesados, limitados en el uso y tenencia de tarjetas de crédito internacionales, piden a familiares o conocidos en el extranjero que “hagan la compra y pasen las cripto”. Luego entregan el efectivo, con la comisión correspondiente. 

Otro método es recurrir a las casas de cambio que ofertan servicios especiales para cubanos, aprovechándose de nuestra condición de “bloqueados”. La exchange polaca Coinbe.net, de la noche a la mañana, bloqueó y cerró todas las cuentas de los residentes en la mayor de las Antillas. Sesenta mil dólares perdieron los inversores aquel día aciago.

Fusyona, la primera “exchange” cubana

 
“¡Ahora puedes comprar bitcoins en Cuba!”, este titular seduce a la especulación  desde la página web de Fusyona, proyecto que se autodefine como la primera exchange de criptomonedas del país.

Por correo electrónico, Cubadebate contactó con sus gestores, quienes prefirieron permanecer en el anonimato, aunque Reuters referenció –el pasado 12 de septiembre– que “su fundador es Adrian C. León, un ingeniero cibernético cubano de 31 años, residente en Río de Janeiro”. 

Fusyona muestra en tiempo real el precio de las criptomonedas; pues el valor del bitcoin “no es único al ser una criptomoneda descentralizada, varía en cada país”. ¿Quiénes y cómo determinan las fluctuaciones de las monedas digitales?

“Nuestra fórmula de precio depende de varios cambios de moneda, debido a que vendemos los bitcoin en CUC y el precio internacional es en USD, por lo que vendemos a un precio razonable, solo para cubrir la diferencia entre ambas monedas. 

“La compra de productos importados o no accesibles en un país siempre tienen cierto impuesto, que incluyen el uso de nuestro servicio, el costo de la transferencia de criptomoneda, el de la transferencia internacional CUC-USD y, finalmente, el pago del agente”, así ofrece sus servicios la exchange, sin antes dejar claro que “libran” al ciudadano de “complejos procesos tecnológicos, legales y financieros que son prácticamente imposibles de realizar desde el país”.

–¿Cuándo y por qué surge Fusyona?

–La idea de crear Fusyona surgió hace poco más de un año. Nuestra principal línea de investigación es programación distribuida, basada en las tecnologías de blockchain. Con la experiencia y el conocimiento acumulado decidimos llevar esta tecnología hacia Cuba. 

Muchos cubanos querían comprar criptomonedas; sin embargo, la mayoría (por no decir todas) de las casas de criptomonedas internacionales tienen a Cuba en una “lista negra”, bloqueando este servicio para los cubanos y excluyéndolos de las ventajas intrínsecas de las criptos.

Comenzamos con una prueba piloto para ver si la iniciativa tenía aceptación entre la población cubana.

–¿Cuántos conforman el proyecto? ¿De qué profesiones provienen?

–El proyecto está conformado principalmente por estudiantes cubanos de posgraduación del área de Ciencias de la Computación e Informática, aunque también han colaborado profesionales y estudiantes de Diseño, Periodismo, Comunicación Social, Derecho, Ciencias de la Información y de otras áreas no tan afines. Somos un proyecto joven y multifacético. 

–¿Por qué la sede de contacto es La Habana y Río de Janeiro?

–El equipo fundador de Fusyona reside actualmente en Río de Janeiro (Brasil), pero también contamos con algunos voluntarios, así como estudiantes y profesionales en Cuba. Por lo tanto, consideramos ambas ciudades como sede del proyecto.

–¿Cómo funciona la exchange? ¿Cómo se realizan las transacciones?

–En un principio los usuarios deben decirnos qué criptomoneda desean adquirir y la cantidad, y los ayudamos durante el proceso. Lo mismo ocurre si desea cambiarla. El ecosistema de Fusyona es un balance entre ambos tipos de usuarios. Una parte grande de nuestro trabajo consiste también en divulgación y asesoría.

Criptomonedas en Cuba

–Sabemos que en un primer momento hacían las transacciones en Cuba desde parque wifi, a partir de la llegada de la 3G, ¿cómo se realiza el proceso?

–El proceso sigue siendo el mismo, solo que con la llegada de la 3G no se necesita ir a un parque con wifi, aunque algunos clientes puedan seguir prefiriendo esta variante. 

–Además de bitcoins, ¿operan con otra criptomoneda? 

–Fusyona actualmente trabaja con nueve criptomonedas, entre las que se encuentran bitcoin, ethereum y litecoin.

–Ustedes afirmaban hace un año que movían un volumen de 0.2 BTC (1 300 dólares) como promedio por semana, ¿cómo se comporta hoy?

–El volumen de criptomonedas varía mucho, principalmente dependiendo del precio de cada cripto en el mercado y del número de personas adquiriendo y ofreciendo criptoactivos. No es posible dar un valor exacto pues el cripto-ecosistema cubano, al ser aún bastante incipiente, varía notablemente.

–¿Conocen o tienen contacto con alguna comunidad de criptomonedas en Cuba?

–Conocemos algunas comunidades que han surgido a partir de la expansión del uso de esta tecnología, como son Karatbars y Trust Investing Cuba.

–Ustedes afirman ser la primera exchange en Cuba, ¿tienen conocimiento de otro proyecto similar en el país?

–Antes de comenzar con el proyecto, nuestro personal en Brasil realizó una investigación en Internet y en diferentes plataformas cubanas, buscando antecedentes. En ese momento no existía ningún proyecto que se acercara a nuestro concepto, por lo que con seguridad podemos afirmar que somos el primero que llevó las tecnologías de las criptomonedas hacia Cuba. Luego, aparecieron otros proyectos siguiendo nuestro modelo, pero por lo que tenemos entendido, no han continuado.

–¿Cómo valoran el uso y la penetración de las criptomonedas en Cuba?

–El uso de las criptomonedas abre nuevas soluciones ante el aumento de sanciones hacia Cuba, y también puede impulsar la economía cubana. Nos mantenemos optimistas con su uso, inspirados en el ejemplo de Venezuela, donde el Gobierno ha mantenido una actitud favorable hacia esta tecnología con la creación de su propia criptomoneda (Petro) y, recientemente, la implementación de la plataforma “Patria Remesa en Criptoactivo” para el envío de dinero desde el exterior. Nuestro proyecto ya permitía a los cubanos recibir dinero del exterior mucho antes de que esta plataforma venezolana fuera lanzada, el 26 de agosto pasado. 

–¿Han intentado establecer oficialmente la exchange en el país?

–El equipo de Fusyona ha dado varios pasos con el objetivo de legalizar el proyecto en Cuba. Nos reunimos con el Grupo ProCuba, el MINCEX e incluso el Banco Central. Aunque todos mostraron gran interés, nuestra impresión general es que el proceso será burocrático y demorado. Nuestra prioridad en estos momentos es establecer el proyecto y nos gustaría contar con el apoyo de las autoridades pertinentes en el país.

 
Intermediación financiera: ¿El fin justifica los medios?

Intermediación financiera

Que un día el gobierno prohíba la compra y venta de criptomonedas mantiene en “tensión” a los “inversores”. Conocen sobre la ausencia de leyes que normen el uso de estas divisas; sin embargo, cada vez captan más “colegas” para debutar en esta actividad y vean crecer sus “deseos de generar muchos ingresos”.       

Juan Luis Gamboa Santana, director general de Tesorería del Banco Central de Cuba (BCC), asevera a Cubadebate que el empleo de las criptomonedas es un asunto que hay que estudiar con mucha cautela, pero sin obviar sus posibilidades.

El 12 de octubre de 2018 entró en vigor el Decreto-Ley 362, que establece el régimen jurídico para la constitución, organización, funcionamiento, regulación, supervisión, vigilancia y sanción de las instituciones y entidades que operan en el sector bancario y financiero cubano.

ARTÍCULO 1.1.2. A los efectos de este Decreto-Ley, el término Sistema o Sector Bancario y Financiero comprende las instituciones financieras y oficinas de representación de instituciones financieras extranjeras con licencia del Banco Central de Cuba, así como las entidades no financieras que realicen actividades de prestación de servicios de apoyo a las instituciones financieras, de cobranza o de pago en el territorio nacional, previa autorización del Banco Central de Cuba.

ARTÍCULO 2. Las disposiciones del presente Decreto-Ley pueden aplicarse a personas no comprendidas expresamente en ellas, si estas realizan operaciones en el territorio nacional que guarden relación con la actividad financiera y cambiaria y que por su volumen o por razones de política monetaria, crediticia o cambiaria, requieran autorización del Banco Central de Cuba.
Precisa Gamboa Santana que esta norma es clara en cuanto a la regulación de la intermediación financiera en Cuba, la cual solo pueden realizar personas jurídicas con licencia del BCC.

La intermediación financiera es la actividad encaminada a la captación de recursos en moneda nacional o extranjera con la finalidad de otorgar financiamientos, así como la realización de otras operaciones autorizadas por este Decreto-Ley y específicamente por las licencias otorgadas al amparo de este.
De acuerdo con el representante del BCC, las posiciones de los bancos centrales sobre las criptomonedas han sido diversas. Sin embargo, aparecen elementos en común: la mayoría no ve como positivo la generalización de un medio de pago distinto del emitido centralmente por el gobierno. 

“La sustitución de las funciones de la moneda nacional por otro u otros medios de pago se conoce como dolarización, restando soberanía monetaria a los países. Cuando este fenómeno ocurre asociado a las criptomonedas, se suele utilizar el término ‘dolarización 2.0’, acuñado por la actual directora del Fondo Monetario Internacional, Christine Lagarde”.

En cualquier caso, la disyuntiva se asocia en función de la extensión del uso en cada país: ¿cómo regular o prohibir algo que ocurre “de facto”, más allá de la voluntad de los gobiernos? No es fácil controlar aquello que se desarrolla en Internet “bajo sistemas descentralizados, y en condiciones de anonimato”. 

Hay una idea que gana seguidores, y es la posibilidad de avanzar hacia alternativas “híbridas”, que corrijan la principal falta de las cripto y preserven sus virtudes fundamentales, como el registro distribuido en base a la tecnología blockchain, comenta Gamboa Santana. 

En función de ello, varias naciones analizan la creación de criptomonedas emitidas por las autoridades monetarias, como Singapur y Canadá. El caso más conocido es el Petro, en Venezuela, puesto en circulación por el gobierno.  

El ministro de Economía y Planificación de Cuba, Alejandro Gil Fernández, mencionó el pasado 2 de julio en la Mesa Redonda que el país estudia los beneficios de la moneda virtual, y que podría ayudar a solucionar muchos problemas cotidianos, y a dinamizar la economía nacional. 

“Si Cuba como país es lo suficientemente inteligente como para entrar a las criptomonedas, el bloqueo (al menos desde el punto de vista financiero) será un mal chiste dentro de unos años”, asegura “edo” un comentarista de Cubadebate. La misma línea de mensaje que reiteran insistentemente los miembros de las comunidades cubanas.

Se impone entonces la pregunta: ¿podemos hacer comercio internacional mediante las criptomonedas? Gamboa Santana descarta esta alternativa, pues su valor fluctúa constantemente. “Imagínate si te pagaran con una moneda que en cuestiones de segundos tiene un precio diferente”.  

Precio del bitcoin

Los grandes productores no pagan ni aceptan criptomonedas, dice el experto categóricamente. “Imaginen si aceptamos que el Ministerio de Finanzas y Precios, y el de Economía tengan un monedero, y que empiecen a comerciar mediante bitcoin. ¿Qué hacer cuando salgamos a comprar un barco de arroz o de trigo, y se devalúe el criptoactivo? No se puede poner los recursos del país en algo que no es seguro”. 

Especular con los movimientos del mercado de criptomonedas no es el camino a la riqueza. “Solo el que tiene dinero en abundancia puede hacerlo, porque quien tiene capital para pagos básicos debe pensarlo muy bien. La gran volatilidad del precio de las monedas digitales ha impedido su uso generalizado como medida de valor, medio de circulación y de atesoramiento, principales funciones del dinero”, reflexiona.

A pesar de que permiten abaratar los costos de las transacciones financieras y garantizar una mayor seguridad, las criptomonedas actúan en entornos difíciles de regular y restan efectividad a la política monetaria.

Las operaciones con criptomonedas han ido incrementándose, tanto para la compra y venta de mercancías, la extracción de efectivo o el intercambio de divisas. Sin embargo, “su principal uso se concentra en operaciones especulativas, buscando rendimientos en las diferencias de precio”, comenta el experto. 

Aunque el anonimato de las operaciones no permite saber a ciencia cierta quiénes son los principales participantes de estos mercados, algunos analistas suponen que entre ellos pudiera tener un peso relevante la propia banca de inversión tradicional, que es la que cuenta con los volúmenes de recursos y personal especializado.

Las criptomonedas, considera Gamboa Santana, deben estudiarse dentro un grupo más amplio de innovaciones tecnológicas asociadas al funcionamiento de los servicios y mercados financieros, conocidas como FinTech.  

Los bancos centrales deben promover el uso de estos productos y servicios, en tanto pueden ayudar a disponer de prestaciones de pagos instantáneos, disminuir el uso del dinero en efectivo y los costos de las operaciones y mejorar los niveles de bancarización y de inclusión financiera.

No es lo mismo criptomonedas que la tecnología que la sustenta: blockchain. Los sistemas de registro distribuido pueden tener muchísima utilidad para la economía, en especial para el desarrollo del sistema de pagos y los mercados financieros. Hacia ahí mira Cuba, sus matemáticos e investigadores.

¿Qué puede aportar esta tecnología en el proceso de informatización de la sociedad cubana? ¿Qué proyectos se están estudiando en blockchain? ¿Existe el talento humano para empezar proactivamente a desarrollar este tipo de aplicaciones? Hablemos de la invención el próximo martes, la “cadena de bloques”, la tecnología con el potencial de descentralizar y automatizar todo tipo de registros.

Tomado de Cubadebate

 

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